El viernes decidió no despertarse más después de estar casi quince años juntos. Ahora estará en el cielo de los perros corriendo por verdes campos y con un juguete en su boca, sólo que ahora yo no estaré allí para llamarle y regañarle por alejarse demasiado. Sea lo que sea, este dónde este, espero que sea feliz.
Yo tuve la desgracia hace poco de pasar por lo mismo. Lo siento.
ResponderEliminarP.D.: Enhorabuena por todo tu trabajo, me gusta mucho mucho.
muchas gracias Maxi.
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