En el estudio de la teoría de las artes visuales se acepta generalmente el desarrollo de la Bauhaus (con el precedente de Kandinsky) sobre los elementos básicos constituyentes de la imagen bidimensional: el punto, la línea y el plano.
El punto es la unidad mínima de comunicación visual, el elemento básico del lenguaje visual. No debemos considerar el punto como una representación literal, sino entenderlo como el valor de centro de atención del conjunto de elementos que forman una imagen. De tal forma, las variaciones de forma, tamaño, situación, contraste, tono, color, etc … harán que modifique de manera sustancial su valor en la imagen. La decisión de situación del punto en el espacio de la imagen determinará de manera radical la tensión visual de la fotografía.
Así, si se posiciona en el centro (vertical u horizontal) de la imagen provocará sensación de estabilidad, equilibrio, tranquilidad, … valores positivos que pueden acercarse peligrosamente a otros de distinto signo: indecisión, aburrimiento, simpleza … por lo que la decisión de situar elementos protagonistas en el centro habrá de ser estudiada de manera exhaustiva para garantizar que no provoca ninguna sensación negativa.
Si el punto se encuentra muy cerca del límite del espacio de la imagen deberá ser muy evidente la justificación de tal decisión, porque no debemos olvidar la percepción que provocará esa cercanía haciendo que la mirada tienda a salir de los bordes del espacio visual.
ejemplos:
fuente:Caborian
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