Cuando eres fotógrafo y no tienes un estudio abierto al público tu lugar de encuentro con diferentes clientes ó posibles clientes, son las cafeterías. Para mí se han llegado a convertir en mi pequeña oficina, en la que disfruto de buena música (por norma general), wifi y , como no, de un buen café. Claro, que teniendo este tipo de "oficina" tus clientes se reducen a los que uno se busca vía internet ó por el boca a boca, vamos que a mi no me viene nadie que no me conozca de nada a pedirles que les haga un reportaje de boda, pero, realmente, para eso ya tengo a un agencia con la que trabajo.
Mucha gente me dice que tengo que acabar abriendo un estudio al público, pero yo por ahora, me defiendo bastante bien sin la necesidad de pagar un alquiler extra, más impuestos, etc etc ... todo esto puedo hacerlo gracias a internet, que sino, otro gallo cantaría :)
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